¿Son los lácteos alimentos saludables?
Los lácteos fueron siempre considerados una excelente fuente de calcio, vitaminas A y D y proteínas de buena calidad y gran aprovechamiento por nuestro organismo. Por esta razón se los ha considerado durante años uno de los alimentos esenciales para la salud de los huesos.
Sin embargo, la Escuela de Salud Pública de Harvard ha puesto en tela de juicio esta afirmación con el lanzamiento de su «Plato de Alimentación Saludable».
La nueva guía para la alimentación saludable destinada a la educación nutricional de la población está basada en evidencia científica y no está influenciada por intereses de la industria alimentaria.
Si bien se ha dicho mucho acerca de que Harvard ha eliminado la leche y sus derivados de lo que sería una alimentación saludable, la realidad es que los expertos aconsejan reducir su consumo a una o dos raciones diarias ya que se ha comprobado que la ingesta de mayores cantidades pueden traer más riesgos para la salud que beneficios, en especial cuando se trata de leches industrializadas (pasteurizadas, yogures saborizados, etc).
Los riesgos para la salud del alto consumo de lácteos incluyen mayor probabilidad de desarrollar cáncer de ovarios y de próstata.
De acuerdo al estudio publicado en el Journal of the American medical Association (JAMA), los productos obtenidos a partir de la leche pueden producir más daño que beneficios si se consumen en altas cantidades, en parte debido al exceso de grasas y azúcares.
Además, los seres humanos no tienen necesidad de consumir leche de otra especie ya que pueden obtener el calcio de vegetales verde oscuro, semillas y frutos secos.
El estudio llevado a cabo por David Ludwin reveló que la salud ósea es mejor en países de bajo consumo de leche y derivados. Por otro lado, para aprovechar todo el calcio que aportan los lácteos es necesario mantener buenas concentraciones en sangre de vitamina D. De acuerdo a las investigaciones, si los niveles de vitamina D en sangre son adecuados, no es necesario consumir más de 800 mg de calcio por día ya que el metabolismo de este mineral es más eficiente en estas condiciones. La vitamina D es esencial en la absorción y uso del calcio por nuestro cuerpo.
Son varios los nutrientes que interfieren en la salud ósea, además del calcio y la vitamina D, por eso ésta no sólo dependerá del consumo de leche.
Otro punto importante a tener en cuenta es que la leche contiene un azúcar (lactosa) que no puede digerirse adecuadamente ya que es necesaria una enzima (lactasa) que los adultos no tienen en el intestino. La intolerancia que la leche de vaca puede ocasionar en este sentido se ha relacionado al desarrollo de constipación crónica, síndrome de intestino irritable y sinusitis o rinitis crónica.
La leche de hoy contiene además, muchos químicos como hormonas y sustancias con actividad antibiótica.
¿Qué hacer entonces?
Reducir el consumo de leche parece ser una buena opción. Al seleccionar, se puede optar por leche fresca de campo y si no se tolera por el contenido en lactosa se puede preparar un yogur natural casero. El yogur, debido a su contenido en bacterias acido-lácticas, contiene muy poca cantidad de lactosa y la mayor parte se encuentra desdoblada y lista para absorberse, por lo que no causa los trastornos abdominales comúnmente asociados a la leche.
Por otro lado, se recomienda optar por otras fuentes de calcio como vegetales verde oscuro, sardinas enlatadas, frutos de mar, semillas y frutos secos. Realizar ejercicio también es fundamental para la salud ósea ya que estimula la actividad de las células formadoras de hueso.
Referencias
Ludwig DS, Willett W. Three Daily Servings of Reduced-Fat Milk: An Evidence-Based Recommendation?. JAMA Pediatr.2013;167(9):788-789.
Calcium and Milk. The Bottom Line. Harvard. School of Public Health.