En lo que se refiere al aspecto
nutricional, la alcaparra es un alimento que destaca por su significativo aporte de sodio y agua.
Sodio. La concentración de sodio en el plasma sanguíneo está íntimamente relacionada con la presión sanguínea y, por consiguiente, la elevada presencia de este nutriente en los productos que habitualmente se consumen de la
alcaparra, puede ocasionar problemas cardiovasculares, hipertensión, retención de líquidos, inflamaciones y formación de cálculos, por lo que no es recomendable abusar de ellos.
Agua (85,16%). Favorece la hidratación de nuestro organismo, al que debemos abastecer, incluyendo el consumo a través de los alimentos, con una cantidad de agua que oscila entre los 2,7 y los 3,7 litros, dependiendo de cada constitución, de la actividad física desarrollada, o de estados como el embarazo, la lactancia, enfermedad o exposición a fuentes de calor, circunstancias estas últimas donde las necesidades de consumo aumentan.
El resto de nutrientes presentes en menor medida en este alimento, ordenados por relevancia de su presencia, son: magnesio, hierro, vitamina B2, vitamina E, vitamina B9, fibra, vitamina C, calcio, carotenoides, hidratos de carbono, proteínas, cinc, ácidos grasos poliinsaturados, calorías, vitamina B3, vitamina B, potasio, vitamina B6, selenio, grasa, ácidos grasos saturados, fósforo, vitamina A y ácidos grasos monoinsaturados.