INGREDIENTES (6 personas):
Patata, 1 kg (4 patatas)
Calabacín, 200 gr (1 calabacín)
Cebolla, 150 gr
Huevo, 4 huevos
Aceite de oliva, 100 ml (1/3 de litro para freír las hortalizas, que escurriremos después)
Sal, 2 cucharaditas
ELABORACIÓN:
1- Pelamos las patatas y el calabacín (también podemos dejarle la piel tras lavarlo), que cortaremos en láminas finas, y picamos la cebolla en trozos pequeños.
2- Ponemos una sartén a fuego medio, vertemos el aceite y, cuando éste se haya calentado, incorporamos las patatas, que dejaremos freír durante varios minutos dependiendo del grosor. A continuación, agregamos la cebolla a las patatas y, tras 5 minutos, añadimos el calabacín y la sal. Bajamos un poco el fuego y dejamos cocinar todo junto durante una media hora aproximadamente (o hasta que se ablanden todos los ingredientes), con la tapadera puesta. Al finalizar, sacamos a un bol escurriendo muy bien el aceite (podemos ayudarnos de un colador grande).
3- Batimos los huevos en un plato grande, agregamos un pellizco de sal, y los incorporamos al bol mezclando bien todos los ingredientes.
4- Colocamos una sartén antiadherente a fuego medio, a la que, cuando esté bien caliente, añadimos 2 cucharadas de aceite y vertemos la mezcla, poniendo la tapadera para que el huevo cuaje por todas partes. Nos aseguramos de que no se nos esté agarrando, y transcurridos unos 3 minutos, cuando se haya cocinado la mitad de la tortilla, le damos la vuelta con ayuda de un plato grande, dejando cocinar la tortilla otro tanto, también con la tapa puesta. Se puede cuajar más o menos, dependiendo del gusto de las personas, quedando más o menos sólida. Del mismo modo, hay quien prefiere servirla caliente o dejarla enfriar unas horas.