En cuanto al aporte
nutricional, el pepino es un alimento con un importante aporte de sodio y agua.
Sodio. La concentración de sodio en el plasma sanguíneo está íntimamente relacionada con la presión sanguínea y, por consiguiente, la elevada presencia de este nutriente en los productos que habitualmente se consumen del
pepino, puede ocasionar problemas cardiovasculares, hipertensión, retención de líquidos, inflamaciones y formación de cálculos, por lo que no es recomendable abusar de ellos.
Agua (94,15%). Favorece la hidratación de nuestro organismo, al que debemos abastecer, incluyendo el consumo a través de los alimentos, con una cantidad de agua que oscila entre los 2,7 y los 3,7 litros, dependiendo de cada constitución, de la actividad física desarrollada, o de estados como el embarazo, la lactancia, enfermedad o exposición a fuentes de calor, circunstancias estas últimas donde las necesidades de consumo aumentan.
El resto de nutrientes presentes en menor medida en este alimento, ordenados por relevancia de su presencia, son: vitamina B6, carotenoides, vitamina C, potasio, hierro, vitamina B9, fibra, calcio, hidratos de carbono, magnesio, vitamina E, vitamina B, fósforo, cinc, vitamina B2, calorías, vitamina A, proteínas, vitamina B3, ácidos grasos poliinsaturados, selenio, grasa, yodo, ácidos grasos saturados y ácidos grasos monoinsaturados.