En lo que se refiere al aspecto
nutricional, la sandía es un alimento que destaca por su significativo aporte de agua.
Agua (93,10%). Favorece la hidratación de nuestro organismo, al que debemos abastecer, incluyendo el consumo a través de los alimentos, con una cantidad de agua que oscila entre los 2,7 y los 3,7 litros, dependiendo de cada constitución, de la actividad física desarrollada, o de estados como el embarazo, la lactancia, enfermedad o exposición a fuentes de calor, circunstancias estas últimas donde las necesidades de consumo aumentan.
El resto de nutrientes presentes en menor medida en este alimento, ordenados por relevancia de su presencia, son: carotenoides, vitamina C, hidratos de carbono, potasio, vitamina B6, magnesio, vitamina B, calorías, yodo, vitamina B2, fibra, vitamina A, vitamina B9, cinc, hierro, calcio, vitamina E, ácidos grasos poliinsaturados, proteínas, vitamina B3, fósforo, grasa, selenio, ácidos grasos saturados y sodio.