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Clasificación y propiedades de la Espinaca (Spinacia oleracea)


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ESPINACA (Spinacia oleracea)

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Espinaca
Spinacia oleracea

Espinaca (Spinacia oleracea)
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Propiedades de la espinaca

En lo que se refiere al aporte nutricional, la espinaca es un alimento con un alto contenido en carotenoides, vitamina E, vitamina B9, vitamina B6, vitamina C, calcio, vitamina A, agua, magnesio y potasio.

Carotenoides. Actúan como antioxidante previniendo el envejecimiento celular y protegiendo el organismo frente a los radicales libres y la aparición de cáncer, a la vez que se aumentan la eficiencia del sistema inmunitario y se reducen las probabilidades de ataques cardíacos. Los carotenos son también requeridos por nuestro organismo para la formación de la vitamina A.

Vitamina E. Presenta propiedades antioxidantes que ayudan a mantener la integridad de la membrana celular, protegiendo las células y aumentando la respuesta defensiva de éstas ante la presencia de sustancias tóxicas derivadas del metabolismo del organismo o del ingreso de compuestos por vías respiratorias o bucales. Las propiedades antioxidantes de la vitamina E protegen, además de al sistema inmune, al sistema nervioso con el mantenimiento de la mebrana neuronal y al sistema cardiovascular evitando la destrucción de glóbulos rojos y la formación de trombos. Asimismo, esta vitamina protege al organismo frente a la destrucción de ácidos grasos, vitamina A, vitamina C y selenio, y frente al envejecimiento causado por la degeneración de tejidos que trae consecuencias como la falta de memoria, siendo importante en la formación y renovación de fibras elásticas y colágenas del tejido conjuntivo.

Vitamina B9 (o ácido fólico). Contribuye a la formación de células sanguíneas y glóbulos rojos, ayudando a prevenir la anemia y a mantener sana la piel. Además de ser indispensable para la correcta división y crecimiento celular -fundamental durante el embarazo y la infancia-, la vitamina B9 interviene en el metabolismo de proteínas, ADN y ARN, reduciendo el riesgo de aparición de deficiencias en el tubo neural del feto (estructura que dará lugar al sistema nervioso central). Esta vitamina además, disminuye la posibilidad de presentar enfermedades cardiovasculares, previene algunos tipos de cáncer como la leucemia, estimula la formación de ácidos digestivos y ayuda a mejorar el apetito.

Vitamina B6 (o piridoxina). Favorece la formación de glóbulos rojos, células sanguíneas y hormonas, interviene en la síntesis de carbohidratos, proteínas y grasas, y colabora en el mantenimiento de los sistemas nervioso e inmune en perfecto estado, participando indirectamente en la producción de anticuerpos. La vitamina B6 reduce además los niveles de estrógeno, aliviando así los síntomas previos a la menstruación además de estabilizar los niveles de azúcar en sangre durante el embarazo. También evita la formación de piedras o cálculos de oxalato de calcio en el riñón.

Vitamina C (o ácido ascórbico). Con propiedades antioxidantes que ayudan a neutralizar los radicales libres y a eliminar determinadas sustancias tóxicas, reduciendo la probabilidad de desarrollar cáncer. La vitamina C inhibe además el crecimiento de bacterias dañinas para el organismo, favorece el sistema inmunitario, previene enfermedades vasculares al reducir la tensión arterial, y es empleada en tratamientos contra alergias como el asma o la sinusitis. En cuanto al desarrollo del organismo, esta vitamina tiene un destacado papel en el mantemiento de cartílagos, huesos y dientes, ayuda a la absorción del hierro no hémico, y es imprescindible en la formación de colágeno, por lo que previene contra afecciones de la piel y contribuye a la cicatrización de heridas y quemaduras. También es sabido que mejora la visión y reduce la posibilidad de aparición de glaucoma y cataratas, además de combatir el estreñimiento por sus propiedades laxantes.

Calcio. Contribuye al fortalecimiento de huesos, dientes y encías, y favorece la adecuada coagulación de la sangre, previniendo enfermedades cardiovasculares, ya que el calcio ayuda a disminuir los niveles de colesterol en sangre. Ayuda también en la regularidad de la frecuencia cardíaca y en la transmisión de impulsos nerviosos, contribuyendo a reducir la tensión arterial en personas con hipertensión. El calcio además, mantiene la permeabilidad de las membranas celulares, e interviene en el proceso de la actividad neuromuscular, entre otras funciones.

Vitamina A. Colabora en las funciones de crecimiento, mantenimiento y reparación del sistema óseo, a la vez que contribuye al desarrollo celular relacionado con la vista, mucosas, epitelios, piel, uñas, cabello y esmalte de dientes. La vitamina A cumple además un rol determinante en la función reproductiva, contribuyendo tanto en la producción de esperma como en el ciclo reproductivo femenino, y favoreciendo el normal desarrollo de células y tejidos del feto durante el embarazo.

Agua (93,37%). Favorece la hidratación de nuestro organismo, al que debemos abastecer, incluyendo el consumo a través de los alimentos, con una cantidad de agua que oscila entre los 2,7 y los 3,7 litros, dependiendo de cada constitución, de la actividad física desarrollada, o de estados como el embarazo, la lactancia, enfermedad o exposición a fuentes de calor, circunstancias estas últimas donde las necesidades de consumo aumentan.

Magnesio. Contribuye a mejorar tanto el tono muscular como el neuronal, favoreciendo la transmisión de los impulsos nerviosos, y la contracción y relajación de los músculos. Colabora en el reforzamiento del sistema óseo y la dentadura, e interviene en el sistema cardiovascular, ayudando a mantener estable el ritmo cardíaco y la presión arterial, protegiendo las paredes de los vasos sanguíneos y actuando como vasodilatador, evitando de esta manera la formación de coágulos. Además, con el magnesio, se aumenta la producción de glóbulos blancos para beneficio del sistema inmunitario. Se estima que alrededor del 60% del magnesio que asimilamos se asienta en huesos y dientes, el 28% en órganos y músculos, y el 2% restante en líquidos corporales.

Potasio. Junto con el sodio, se encarga de regular el balance ácido-base y la concentración de agua en sangre y tejidos. Las concentraciones de estos dos elementos en el interior y exterior de las células de nuestro organismo, generan un potencial eléctrico que propicia las contracciones musculares y el impulso nervioso, con especial relevancia en la actividad cardíaca.

El resto de nutrientes presentes en menor medida en este alimento, ordenados por relevancia de su presencia, son: hierro, fibra, yodo, vitamina B2, vitamina B, sodio, vitamina B3, cinc, proteínas, fósforo, calorías, ácidos grasos poliinsaturados, hidratos de carbono, grasa, selenio, ácidos grasos saturados y ácidos grasos monoinsaturados.

Clasificación

Reino: Plantae
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida, Caryophyllidae
Orden: Caryophyllales
Familia: Amaranthaceae, Chenopodioideae
Tribu: -
Género: Spinacia
Especie: S. oleracea

Aporte Nutricional 100 gr

Energía
24,67 Kcal
Potasio
369,00 mg
Vitam. A
439,72 µg
Proteínas
2,96 g
Fósforo
41,33 mg
Vitam. B1
0,06 mg
Hidratos
0,79 g
Fibra
2,33 g
Vitam. B2
0,14 mg
Agua
93,37 g
Grasa
0,57 g
Vitam. B3
1,77 mg
Calcio
147,82 mg
Colesterol
0,00 mg
Vitam. B6
0,70 mg
Hierro
2,55 mg
AGS
0,14 g
Vitam. B9
110,88 µg
Yodo
6,72 µg
AGM
0,04 g
Vitam. B12
0,00 µg
Magnesio
55,15 mg
AGP
0,22 g
Vitam. C
19,37 mg
Cinc
0,55 mg
Carotenos
2.638,44 µg
Vitam. D
0,00 µg
Selenio
0,73 µg
Retinol
0,00 µg
Vitam. E
6,58 µg
Sodio
85,00 mg

Recetas con espinaca

Garbanzos con huevo duro y espinacas

Garbanzos con huevo duro y espinacas
INGREDIENTES (6 personas):
Garbanzo, 1/2 kg Huevo, 1 huevo Espinaca, 200 gr Zanahoria, 1 zanahoria Puerro, 1/2 puerro Cebolla, 1/4 cebolla Ajo, 5 dientes Aceite de oliva, 4 cucharadas Agua, 1.5 litros Pimentón dulce, 2 cucharaditas de café Laurel, 1 hoja Sal, 1 cucharadita ELABORACIÓN


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