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Clasificación y propiedades del Sargo (Diplodus sargus sargus)


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SARGO (Diplodus sargus sargus)

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Sargo
Diplodus sargus sargus

Sargo (Diplodus sargus sargus)

Propiedades del sargo

En lo que se refiere al aporte nutricional, el sargo es un alimento que destaca por su significativo aporte de selenio, vitamina B12, ácidos grasos poliinsaturados, fósforo, vitamina B3, proteínas, agua, colesterol y potasio.

Selenio. Refuerza la protección contra enfermedades cardiovasculares a la vez que estimula el sistema inmunológico. El carácter antioxidante del selenio, retarda el proceso de envejecimiento celular, a la vez que le confieren propiedades preventivas contra el cáncer. La acción de este nutriente guarda relación con la actividad de la vitamina E.

Vitamina B12 (o cobalamina). Es beneficiosa para las funciones del sistema nervioso, corazón y cerebro. Favorece el mantenimiento de la envoltura de mielina de las células nerviosas y participa en la síntesis de neurotransmisores. Además, es necesaria para la conversión de ácidos grasos en energía, y ayuda a mantener la reserva energética de los músculos a la vez que colabora para un buen funcionamiento del sistema inmunitario. La presencia de esta vitamina en nuestro organismo está íntimamente relacionada a la de la vitamina B9, siendo necesaria para el metabolismo del ácido fólico. Al igual que éste, la cobalamina interviene en la formación de glóbulos rojos y la síntesis de ADN, ARN y proteínas.

Ácidos grasos. Son fuente de energía y ayudan a regular la temperatura corporal, a envolver y proteger órganos vitales como el corazón y los riñones, y a transportar las vitaminas liposolubles (A, D, E, K) facilitando así su absorción. La grasa resulta imprescindible para la formación de determinadas hormonas y suministra ácidos grasos esenciales que el organismo no puede sintetizar y que ha de obtener necesariamente de la alimentación diaria. A pesar de ello, conviene controlar la ingesta de alimentos ricos en grasa puesto que el cuerpo almacena la que no necesita, lo que ocasiona incrementos de peso indeseados y subidas de los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre.

Fósforo. Contribuye a la mejora de determinadas funciones de nuestro organsimo como la formación y desarrollo de huesos y dientes, la secreción de leche materna, la división y metabolismo celular o la formación de tejidos musculares. La presencia de fósforo (en forma de fosfolípidos) en las membranas celulares del cerebro es fundamental, favoreciendo la comunicación entre sus células, mejorando de esta manera el rendimiento intelectual y la memoria.

Vitamina B3 (o niacina). Interviene en el proceso de transformación de energía a partir de hidratos de carbono, proteínas y grasas, y contribuye a relajar los vasos sanguíneos dotándoles de elasticidad, a estabilizar los niveles de glucosa y ácidos grasos en la sangre, y a reducir el colesterol secretado por el hígado. Junto con otras vitaminas del complejo B, la niacina ayuda a mantener sanas piel y mucosas digestivas, además de colaborar en el buen estado del sistema nervioso.

Proteínas. Colaboran en el adecuado crecimiento y desarrollo del organismo, favoreciendo las funciones estructural, inmunológica, enzimática (acelerando las reacciones químicas), homeostática (colaborando al mantenimiento del pH) y protectora-defensiva.

Agua (79,60%). Favorece la hidratación de nuestro organismo, al que debemos abastecer, incluyendo el consumo a través de los alimentos, con una cantidad de agua que oscila entre los 2,7 y los 3,7 litros, dependiendo de cada constitución, de la actividad física desarrollada, o de estados como el embarazo, la lactancia, enfermedad o exposición a fuentes de calor, circunstancias estas últimas donde las necesidades de consumo aumentan.

Colesterol. Requerido tanto en tejidos corporales -hígado, médula espinal, páncreas y cerebro- como en el plasma sanguíneo, siendo esencial para crear la membrana plasmática que regula la entrada y salida de sustancias a través de las células. Una dieta con una elevada proporción de grasas saturadas, elevará los niveles de colesterol en la sangre y conllevará un mayor riesgo de padecer aterosclerosis -estrechamiento de las arterias por la acumulación de lípidos en sus paredes- y otras enfermedades cardiovasculares.

Potasio. Junto con el sodio, se encarga de regular el balance ácido-base y la concentración de agua en sangre y tejidos. Las concentraciones de estos dos elementos en el interior y exterior de las células de nuestro organismo, generan un potencial eléctrico que propicia las contracciones musculares y el impulso nervioso, con especial relevancia en la actividad cardíaca.

El resto de nutrientes presentes en menor medida en este alimento, ordenados por relevancia de su presencia, son: vitamina B6, magnesio, yodo, calorías, grasa, vitamina B, hierro, vitamina B2, sodio, calcio, cinc, vitamina E, ácidos grasos monoinsaturados, retinol, vitamina A, ácidos grasos saturados, vitamina B9 e hidratos de carbono.

Clasificación

Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Actinopterygii
Orden: Perciformes
Familia: Sparidae
Tribu: -
Género: Diplodus
Especie: D. sargus sargus

Aporte Nutricional 100 gr

Energía
104,00 Kcal
Potasio
350,00 mg
Vitam. A
48,00 µg
Proteínas
15,00 g
Fósforo
264,00 mg
Vitam. B1
0,06 mg
Hidratos
1,00 g
Fibra
0,00 g
Vitam. B2
0,08 mg
Agua
79,60 g
Grasa
4,40 g
Vitam. B3
6,00 mg
Calcio
30,00 mg
Colesterol
70,00 mg
Vitam. B6
0,19 mg
Hierro
1,00 mg
AGS
0,57 g
Vitam. B9
5,00 µg
Yodo
7,00 µg
AGM
0,85 g
Vitam. B12
2,90 µg
Magnesio
30,00 mg
AGP
2,48 g
Vitam. C
0,00 mg
Cinc
0,50 mg
Carotenos
0,00 µg
Vitam. D
0,00 µg
Selenio
45,00 µg
Retinol
48,00 µg
Vitam. E
0,40 µg
Sodio
77,00 mg

Alimentos promediados:
Sargo.

Recetas con sargo

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